<1>

LOS NOMBRES Costumbres y propiedades de las Seăoras Múgeres.

Supuesto que me han pedido con políticas palabras, algunas de estas señoras, algo risueñas y ufanas, que les carne alguna cosa, ya obedezco á lo que manda; yá me he sentado á cantar al son de aquesta guitarra; pero ahora me ha advertido Un amigo y camarada, que el pedirme á mi que cante as por celebrar la chanza. Esto es burlarse de nti, У es baza muy bien sentada que lo que hacen con otros Ro es mucho conmigo se haga, V con mis ojos he visto que llegan alvorotadas, diciendo: señor fulano, ç s cosí que â usted le agrada Cántenos usted fandango, que lo hace usted con mil gracia«,

y él por hacerla* el gusta no replica una palabra. Toma asiento , y la vihuela, después de estar bien templada kiego que à, cantar empieza empiezan ellas su parla. Dice la una . Jesus que voz tan desentonada, parece que esta oseando con su voz apastada. E.1 cueipo cual lo menea, patece á don Zitindajas, poquito presume el canto por mi vida que se engaña, porque él abre tanta boca como la puerta monaica; él canta á ojo» cerrados, no se le entiende palabra ya le ha dado carraspera y es de beber carraspada: el pobre se está ahogando, porque aque'ía tos es mala.