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Siempre por Ins eras rebuscando van, y por la gatera entran al desván. A nadie entregues, hermosa, la llave de tu jardín, si no quieres que te rompan el tiesto que hay por allí. Echate el cerrojo con la cerradura, que hoy para mujeres no hay llave segura. Que" si te descuidas abren el zaguán, una vez abierto no lo cierras más. Son tus ojos hechiceros como los rayos del sol, al campo dan alegría y á las espigas vigor. Donte tú los fijas, labradora hermosa, nacen á porfía las mejores rosas. Y cuando clavados en tu novio están, tocan á arrebato en la parroquial. Una vieja con dinero es una gran proporción, hoy que la carne va cara, sienta muy bien el jamón. Pero la jamona, siendo ya muy vieja, tiene el higo lacio, seca la pelleja. Para mi costilla no la quiero yo, que comer cordilla nunca me gustó. Las sastras y las modistas son mozas de mucha sal, pero en polvos y cintajos se gastan un dineral.
Yo sé de una sastra recién casadita, que el jornal se gasta la mitad en cintas. Lleva mucho lujo, y el marido va como por el mundo fué San Sebastián. La que se case conmigo con condición ha de ser de que ella pague los gastos y galo limpio me de. No sea como otras, las muy zalameras, que me traiga rota la chocolatera. Como tengo olfato muy particular, por conejo, gato no quiero tomar. Labradora de mi vida contigo me he de casar, para que vayamos juntos las viñas á rebuscar. Y entre los viñedos, lejos de la gresca, los dos pasaremos los días de fiesta. Y como te estimo con gran frenesí, el mejor racimo será para tí. Tienes una tomatera y yo tengo un pepinar, haremos una ensalada que el dedo te has de chupar Va caro el tocino para el jornalero, comerás pepinos, pero no carnero. Y con el tomate de tu tomatar, un gazpacho haremos que te ha de gustar.