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h criaron con carino, á la virtud inclinada; «ra hermosa y apacible, muy honesta y recatada; llegó á tener veinte anos Dinoisia Perez Losada. Era muy cordial devota de ia Reyna Soberana, sacra Virgen del Pilar, Madre nuestra y Abogada, que su divino Retrate en su pecho veneraba , con los santos Evangelios, que sen Reliquias sagradas para vencer al demonio sus astucias y aseheanzas. La sucedió á esta doncella, Dionisia Perez Losada, de que su padre y su madre caen enfermos en la cama. Los asistía su hija, como a padres los amaba; asi estuvieron dos años padeciendo penas y andas, y todo cuanto tenían, dinero, joyas y alhajas, al cabo de poco tiempo en la enfermedad lo gastan., Mas la buena de su hija á Dios por ellos rogaba: solo de pedir limosna á los dos los sustentaba, Era la dicha doncella /N de una belleza extremada. Un dia salió á pedir; y ella vio, que por la plaza se pasea un caballero, y con corteses palabras llegó á pedirle limosna la pobre nesecitada. Entonces el caballero ha comenzado á mirarla, y dice : ; Tiene vergüenza, teniendo tan buena cara andar DÍdiendo limosna ? JL Váyase muy noramala. Ella respondió llorando, , y dice can tiernas ancias·' /Señor, que tengo á mis padres impedidos en, la cama,
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para poder socorrerlos h necesidad lo causa. Dijo el faJzo cabahero, con intención muy dañada: Mire , una cosa Ja digo, venga conmigo à mi casa, y como cumpla mi gusto, será muy bien regalada. Quedó la pobre doncella corrida y avergonzada, y le dijo: Caballero, ¿ como á una doncella honrada su honor se atreve á pedirla? y el caballero en voz alta furiosamente la dice: Váyase muy’· noramala, y mire que si me enfado, la hartaré de bofetadas: ? como cabe en pecho noble executar tal infamia ľ Dionisia que oyó esto llorando se fue á su casa y á su padre y â su madre les contó lo que 1з pasa. Tuvieron gran sentimiento, y à otro dia de mañana se fue el falso caballero con intención muy ma Ivapa buscando al Gobernador, y un testimonio levanta falso á la pobre doncella: dice con razones falsas, que en la ciudad una mager se precia doncella honrada y con capa de virtudes, que parece una beata, es muy publica ramera: no digo mas , porque basta que anda por amor de ella la ciudad alvorotada : bien puede su Señoría de la ciudad desterrarla* Coa tales informaciones , que el caballero declara, el Señor Gobernador al punto , ai instante manda, que la metan en la cárcel; ( ó que lastima tan rara ! ) y fueron dos alguaciles, y à la puerta de su casa