<7>
■*1 Vamos ahora à Zelinda pues se hallaba prisionera en la cadena de amor, que no duerme, ni sosiega de pensar en el Christiano ; y à la noche venidera à tiempo que sus criados rinden à Morfeo treguas» sin que la sienta su Padre se entró en su quarto halagüeña* ä, diciendo : Christiano, amigo, si estás durmiendo, despierta, ä, y escúchame un rato atento : Has de saber , que quisiera à lo que te preguntare, que la verdad rae dixeras; le respondió cortesano, con agrado, y reverencia : Mandarne señora mia, en que yo servirte pueda, que por servirte , mí vida en peligro he de ponerla. Zelinda le replicó : Es el cuydado , el que sepa, si tü me tienes amor, como no lo manifiestas ; porque yo estoy entendida, que mis favores desprecias; Juan le respondió : Bien mio* de vuestra hermosa belleza beso las plantas mil veces, y no entendais , que es tibieza que haya ocultado mi amor ; si lo hecho es por vergüenza* que como eres gran salora de gerarquia tan Regia, y yo tu humilde criado , no entendí que mereciera el recibir tantas dichas, tan colmadas, y tan llenas, que no es posible que haya versos , papeles, ni letras para poder ponderar
con la estimación que aprecia mì corazón los favores, que me ha hecho vuestra Alteza y estoy muy agradecido, y lo sentiré de veras , señora que por mi causa algún detrimento os venga. Si mi señor Muzali llega à saber con certeza, que vuestra Alteza en mí quarto à hora estraviada entra, yo solo seré el culpado. Dixo Zelinda : No temas, que tu Dios será servido, que mi Padre no lo sepa ; y si acaso lo supiere, te disculparé yo mesma. Con estas, y otras razones, durmió el Christiano con ella, después que le dió palabra de irse con él à su tierra, y de bolverse Christiana ; y antes de que amaneciera se fue Zelinda à su estancia ; kiego al otro dia ordena, que un Sacerdote cautivo, sin que nadie lo supiera, le eche el agua del Bautismo, púsole María Josepha por nombre y los desposó, y la niña muy contenta le dió para su rescate oro, plata y finas perlas ; luego pidió à su señor Muzali, que le conceda licencia para venir à España à dar una bueña, y que quiere juntamente, que le conceda licencia para traher un retrato de la singular belleza, y prodigio de Zelinda, para que ел España sepan,