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donde aespues que carchemos ]e pueda encontrar al punto el honrado mesonero, á quien después le daré la plaza de cocinero del palacio de mi padre, puespagarle así debemos si lo hace bien con nosotros, y si no será el primero que su cabeza en el palo entregue sin mas rodeos. Gozosos los estudiantes celebraron el proyecto, y cada cual por su parte trabajó con tal acierto, que al fin saciaron el hambre y aun las sobras recogieron cada cual sin que los vieran, por si luego con mal viento proseguían su camino, sin que de otro mesonero pudieran así burlar el crédulo entendimiento. Después que ya contemplaron su estómago satisfecho, sin decir una palabra al cumplido mesonero que con el gorro en la mano les hizo mil cumplimientos, con paso muy mesurado del pueblecillo salieron, dando después tal carrera, que cuando la burla vieron У quisieron tras sus huellas seguir la gente del pueblo nada, pudieron hallar ni ningún indicio vieron, teniendo que retirarse mientras el buen mesonero frenético se mesaba m enmarañado cabello, jurando que cuando viera
en su casa algún manteo, caro de pagarle había aquel delicioso almuerzo que le dejaba arruinado por infinidad de tiempo. Y en tanto los estudiantes, con su estómago repleto, se tendieron á dormir así que libres se vieron, sobre la verdosa alfombra, con que los prados amenos para calmar su fatiga alegres les ofrecieron, pensando que al despertar era preciso de nuevo para no morirse de hambre inventar otro proyecto. ΙΠ. Mas como todo en el mundo su castigo lleva luego, por mas que al pronto parezca que el que falta, satisfecho puede gozar libremente riendo del mal ageno, y acallando su conciencia sin que dentro de su pecho haya una voz que le grite no estoy conforme con eso. Fué el caso, que al despertar de su pacífico sueño, se vieron los estudiantes cercados de bandoleros, que con escopeta en mano les pedían desde luego les dieran á viva fuerza la merienda y el dinero; pues no podían creer que debajo del manteo no llevara cada uno algún bolsillo repleto.