CANCION DEL ¡AGUA VA!

Antomielo se rae acerca cuando nego mi rosal, y si de él me da una rosa, yo no sé lo que rae da. ¡Agua va...! üpartate, vida mía, raas allá, que ei premio de tu porfia salir mojado será. A la pila de la iglesia vino á verme santiguar, y por poco no le baño con el agua bautismal. ¡Agua va...! etc.

Vino ayer, cuando regaba muy temprano mi zaguán; siempre llega ese maldito å las horas de regar. ¡Agua va...! etc. Me cogió por la cintura, un beso me quiso dar, y preciso fue mojarle para hacerte escarmentar. ¡Ay de raí! No te apartes, vida mia, ven aquí. Todo pobre que porfía limosna consigue al fin.

EL ESPADA TORERO.

A malá me está yamando el timbal y el trompetiu, y hasta el bicho berreando mestá isiendo: quieo morir. Cuando salgo hasta los medios con el trapo y con la espá, ¡Virgen santa é los Remedios, vaya un modo e pal motea! El estoque y la muleta, que me está ya vagueando toito el bulto al contempla, que la res me está esperando con la testa arremanga. :¡Aónde están estos chavales, que no meten un capote я este choto bravucón! que estoy frito hasta el cogote

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Dios mos libre e un revolcón. ¡Eutra toro! ¡jai. Dios mio! sa eresio, malo va. Mete pares sin canguelo, toma vuelo, Juan de Dios, y si er bicho ta comete, rechupete, aqui estoy yo! Que te embroca! no tasores! oa, señores, no ha sido na. Que yo sé donde me planto, y aunque venga el bicho atrás, estoy ya curao de espanto y jecho á prueba de coruáas. Cabayeros, la postrera, aquí va lóo un andaluz; si me encaro con la fiera se lo emboco hasta la cruz.

MADRID. Despacho, calle de Jiianelo, núm. 19.