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¡ude, á vuestro mando, з busqueis tres piés al gato, , ora mala para vos, 0 os »ien los frailes cuidados; Лга ve? no os acontezca 0ll |icar frailes coronados. lío seáis mala mujer, Hide á vuestro trabajo; la entendió que era el fraile, f . estaba toda temblando, [olióla todos los huesos, orque la daba á dos manos, i cuyos golpes huyó ’nana Gutierrez sin manto* Vuése á casa y acostóse izo llamar cirujanos, Щ , i· J , a otro dia su mando ino muy disimulado: GS' , , regunto por su mujer, %la á ella un sobresalto, al fin el marido alegre 1 hizo curar despacio.

»¡ritiéndose algo mejor, ijo el marido, apropiado

' s, señora, aqueste tiempo, i á este fraile convidamos; t шапа se ha de traer i os agrada. Mi Juan Prados t or Dios te pido no venga, ue me moriré de espanto io le traigáis á mi casa, alejadlo, amigo, dejadlo, lfl (ue ya me enfada su nombre, me ha enfadado su trato. El marido porfiaba, t con ella pudo tanto, ¡•||ie dijo que le tragese ion cuatrocientos mil diablos. iFué Juan Prados al momento, ¡f al predicador llamando, i comer le convidó, Ì que fuese allá temprano,

que se llevase un hisopo y una reliquia de un Santo, porque estaba endemoniada su mujer desde el verano. Pidió licencia al Prior; dióséba , tomó su encargo, y fuese á comer con ellos; ' ' y luego que hubo llegado, se halló con la mesa puesta, y aderezados los platos. Juana Gutierrez sentada, y sentida de los palos Sentáronse porsu órden todos tres, y comentaron á comer con regoci jo. Juana Gutierrez, temblando, de cuando en cuando poma un leño de cinco palmos hacia el fraile, á quien mostraba una cara de ahorcado. Tenia haja la cabeza, y entre sí estaña hablando, jurándosela con tiestos, con ojos , dedos y manos. Acaso faltó en la mesa maliciosamente un vaso: daba Juan Prados mi! voces, no respondiendo el criado, colérica levantóse á buscarle, y entretanto, ' Juana Gutierrez se alzó, puestos los brazos en alto. Levantóse de puntillas * hacia el liist< j convidado, diciéndole : ¿cómo, infame, traidor, arrogante falso, de las mujeres honradas, hacen burla hombres honrados ? Esto mere ció* mi amor por descubrirme á un bellaco ? vive Dios que he de molerle. Estaba el fraile temblapdo,