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•Fri qué oficio te ocupabas ? El oficio que yo tengo es , Señor , Maestro de armas. En buen ofii io por cierto te ejercitabas , Cristiano; л mas daros otro pretendo. Vos no sabeis escribir ? Algo entiendo también de eso 5 no con toda perfección porque usado no lo tengo. Viendo su disposición, le entregó todo el manejo de su casa , y al instante mandó su amo á los Nebros ' - P que tenia , le enseñasen la arabiga lengua , y ellos lo pusieron por la obra, y la aprendió en breve tiempo. Tan buenas cuentas le daba / á su amo , v tan contento J i lo tenia , que no sabe que hacerse con su Escudero. Eu este tiempo la mora, muger de su amo mesmo, á Don Pedro recalaba, x i™* » *
esa es merced que me bizo mi amo, por ser tan bueno, y pues de mi se ha fiado, hacerle ofensa no quiero: y asi, Señora , dejadme, y no toqueis mas en esto. Viendo la Mora el desaire que el Cristiano le babia hecho, jura por el gran Mahoma, que ha de vengar su desprecio. Apenas entró su esposo, le salió ai recibimiento aquella falsa enemiga, le cebó los brazos al cuello, y con un llanto fingido le dijo : poned remedio en vuestra casa , Señor, porque el Mayordomo vuestro quiso atrevido ofendei te, muy lascivo y deshonesto á mi aposento se arroja, trajo et) la mano este acero de un puñal , con amenazas queria lograr su intento: mas yo como una leona
y bacia algunos cortejos. Y un dia que foé su amo á caza con los Monteros, lo llamó y le dijo 'á solas: Cristiano , yo por ti muero,, yo no duermo ni descanso; en mi no cabe sosiego: y si merezco la dicha, de que premies mis afectos^ te prometo cine serás el d ueño de aqueste pueblo. Por no descubrir su falta, con muy buenos documentos
me levanté de mi lecho, бе lo quité \de ia mano, el quai veisto aqui lo tengo. Salió á fuera el Renegado enfurecido y soberbio, y á sus criados les inanda rie que pongan á Don Pedro en una obscura mazmorra y lo cargasen de hierro, y que no le diesen agua, tampoco el mantenimiento, para que alli se muriese, pagando su atrevimiento. Un Moro piadoso estaba Compadecido de verlo, . á escondidas de su amo llevaba el alimento,
Don Pedro la disuadir., de aquesta suerte diciendo: mirad que soy vuestro esclavo y que si no tengo hierros