<5>
·, ν · a vjf
* toda euibébvda'-'éii ďése03> loda - ’ y otras «ucbaš 'a^Hericias, ^ que, el 'öertKiőiö'd^'^öö!^' f y sin poder^p^tarsé; M ще· ibwiiooy iát&ÍÍ|é'%fi ¿ dÍéi; lì Lisa rd tf tiîiôyiÿa ëS Îi^friţi«, ^ que шеЯйШ Чей vida ; ·* ' uti exército de#eroá| un tropel sde afesius ţirolixas, Ц.ип lagodépensaiibèutós/' ' *л q»evauacpi*£qtfiè^dío%^ Ц; 'tan luya-uie $frţ 5 que si tn itò*dfeter<f»íóáy s * *·* 0 ■ á sacarme ^dei'^riVëiitti) * * >' 5 Ύ - lo, sin que eł téíítóŕ 3 'ifté"iïf sföta , ^ f Uţ sin que el pundënitff ' M ^festtfriñe tl« me arredarei <MStìspèlidà' Wi< á los lazos de l« 5ruíür; !sí ^· ‘r i* y haii.mdo emeiios cabidas i i] o turemóe» núes tras- bodas, 1 ) .tø ¡Oí o frezie n dote í a * v id a * r . : ' ; ; ~ Jy. mi mati« vjuniameníe^ i. o que es el termi Corde mis dichas; i Le rebondi', dulce dueño, [ainada prenda querida, j no quiero· morir, creyendo condei donayreý la risa que no m 3 quieres engañar. Theodora unte ťespónďiaf · ||íNo le engano, гк^рЬг cierto, Ä sino es que ttf cofeurdiií ’ giy a busca dejwguaclêi’O^ -tn para oividarmeţ y aplica ii i : un Ьепш blando 4 los öjos, n ¿(due rosados ìos> tènia ? d«;»'. , : «0 lagrimas;sy? en tendido. ?* ' de que uo era fantasia [ · '*· ' ,· · . Λ . i, ni sueño lo que esco citaba. le dije: Theodora' min, I desde luego ute co «siento ja en hacer cnanto me pidas
3 ' J- i"
f v ! «' /л> .
¿i'U >
. ţ v? ‘ ‘\Г l -. 4 .
X t
9,
sin qne riesgos me acobarden,- aun que perdiera mil vidas. En fin trazamos el modo de que una noche yo había de ir à escalar el Convenio, y ordenar nuestra partida. Llegó la aplazada noche; que no lardó su venida, me armé lo mejor que pude y sin llevar compania, toca ulo el Relox las doce al Monasterio partia el mas contento del Mundo, sin 3d vér tir las ruinas, y desdichas qué me aguardan^ ay amor, á lo que ob ¡gas! Llegué, á las ultimas calles, do mié asom brado me babia la priuïer'a veaf y apenas llegué como que sentía un silencioso ruido de gente, que ja venia siguiéndome las bisadas; pero andando á toda prisa, alargué el paso: y quedem e oculto Iras de una esquina, y al emparejar conmigo, uno en alta, voz decía.* Si es Don Lisatdo, tratadle; i и uera, muera, respond ian . Moviendo uu tropel de espadas, °yg° unaivGÄ. compasiva que.dice;·ay que me han mueit-oi y luego al punto partian huyéndolos agresores, ; y el sil.nejo ensordecía. Quedó la calle, y quedé, que el aliña se me quería salir de susto del cuerpo y de miedo que tenia, pues propiamente yo era aquel á quien muerto habían