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contempla lo que sintió por el Hijo que parió viéndose de él separada Está la Virgen (por quien el mundo es ya redimido) tan sola en Jerusalen, que ha perdido gloria y bien con el Hijo esclarecido. Pensemos y contemplemos con vos, Virgen, esta historia; la pasión santa lloremos, porque así con vos gocemos de la soberana gloria. Las tres Marías llegaron O con caritativo amor al sepulcro, do dejaron los ungüentos que compraron por ungir al redentor. Por el camino venían las tres discurriendo aquesto, de como hacerlo podrían y la piedra quitarían que en el sepulcro habían puesto. Luego que al sitio llegaron vieron la piedra quitada, por la cual se acongojaron, pero allí un mancebo hallaron que las dijo esta embajada: «llegaos, no os aflijais, amigas, ni esteis turbadas, que bien sé lo que buscais, y os ruego mucho que oigáis, pues de Dios sois tan amadas, que el Jesus crucificado que aquí venís á buscar, sabed que ha resucitado, la mortaja allí ha dejado, lo cual bien podeis mirar. Id, pues, y así lo direis
— 24 - ' á Pedro y su compañía aquesto que visto habéis, y sin que mas os tardeis tornareis luego la via . Tan luego como esto oyeron, las Marías se apartaron y á los discípulos fueron, y al instante que los vieron todo se lo publicaron. Los discípulos turbados en oir tal embajada, de Dios queridos amados, con ánimos esforzados luego toman la jornada. En cuanto á la Virgen pia, según el testo sagrado, es de creer que María antes que nadie sabría que ei a ya resucitado. Y que en aqnel monumento su santo cuerpo no estaba; por lo cual con sentimiento estando en retraimiento solo en su amor contemplaba. Y así cierto es de creer, que ó la "Virgen sin pecado se le quiso aparecer antes que á nadie (á mi ver) después de resucitado. Rogareis siempre por nos, Madre de misericordia, al inmenso eterno Dios, que quiera á todos por vos darnos parte de su gloria. Así logre despertar nuestro torpe entendimiento, dándonos gracia en obrar, y el saber para loar su alto merecimiento. FIN. ' %
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