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en е'а muge*· casada tjue mirais tan adornada, y no hace un año que era una ruin lavandera, toda envuelta de pobreza, y ahora con tanta grandeza? ¿ Quien le ha hecho tanto favor? Aquel señor Bien-hechor que dijo era su tio, y su marido tan pio viendo cierta la ganancia lo admitid sin repugnancia. Mailer qui mariti ofendi t ct pro mariti consentit maledicere est in cceli, dice Amete BenengucH; ¿ cuántas hay que las miramos, y por prudencia callamos, que van también guarnecidas de ricas ropas vestidas e iban dos años pasados con los zapatos atados, todas de remiendos llenas y ahora son marquesas plenas, y de aquel roto vestido á ser damas han subido con tantísima opulencia? ¿ tomaron alguna herencia, Marquesando ò Vizcondia? ¿las tocó la lotería? Pues en un jornal metido tiene el caudal el marido,

y ¡ asa sin trabajar, comer, gastar, y triunfar, y cifrar toda su agencia en tener mucha paciencia, el ser iico desde luego, en ver, y fingirse ciego; es su fortuna sin tasa avisar cuando entra en casa, si grande dicha le espera, es silbar por la escalera, y si viste el gran canalla, porque aguanta, sufre y calla, I y que dire, oyentes míos, de esta clase de maridos? Dirá con Lucas, y Marco, t Cornelio, con su exacto parecer, sobre estas cosas, con palabras amorosas: homines qui videt sunt s midier suam apiaudebit

Marcus, IJnquius et Cernelii dixeriint : c r -g o probatur de capus est сот onatur. Basta, que ya estoy cansado de tanto que he predicado, y quiero por rematar dc las doncellas hablar, si es que hallo por fortuna entre mil doscientas, una. ¿Qué dire que no haya dicho y apurado mi capricho? ¿Diré, no tienes honor? responderán, no señor. ¿De vanas las trataré? Me dirán, yo ya lo se'. ¿Dire, gastan fantasía? y oire que lo sabian. ¿Diré que es su saber corto? Dirán; cuentaselo à otro. ¿ Pues si todo esto se sabe, como quereis que yo acabe este sermon que he empezado sì està todo publicado? Pu es lo acabare á fé mia, diciendo toda ia vida de las taimadas doncellas desde el naeimientoMe ellas. Nace por la madrugada de una madre muy honrada una niña, que al arrullo manifiesta grande orgullo, sigue aumentandola edad, mas con mucha vanidad, y llega llena de engaños á cumplir los veinte años; mas preciada de bonita á todo joven incita, resultando en esta edad gastar tanta seriedad que empalaga à todo el mundo con su genial iracundo, siendo hija en conclusion de un zapatero bufón que remienda en una puerta por buscar una libreta, y ella se piensa casar con el duque deOlivar. Madre, yo quiero un vestido de lo mejor guarnecido, con las mangas arrugadas; medias de seda caladas , zapatos de tabinete