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qué ha sucedido? qué hay ? Caín. Amigo» murió mi abuelo. Mat. Qué dice V. tio Camacho 1 Cam. Lo que oye V. tio Mateo. Mat. Dios en su gloria lo tenga que eia un valiente sugeto, qué espaldazas que tenia ! qué lomos y qué molleros! Cam. Pues que V. lo conocía ? Mut. A y, es nada : bueno es esto, dos veces lo vi emplumado, y azotado; mas de ciento, Cam. Dice V. bien, es verdad, fue hombre de aquellos tiempos, salió por calles y plazas con mucho acompañamiento: el Africa vió seis veces y otras seis estuvo preso; ;qué escalamientos que hizo ! ¡cómo se tragó el tormento en las dos veces ò tres que en el potro le pusioron ! ¡con qué donaire, qué brio, qué arroganeia y qué despecho estuvo al pie de la horca viendo å otros dos compañeros que pernearon en ella ! (oficiales de mi abuelo) verdad que lo vieron todos que allí se iba riendo. Mat. Yo lo vi por estos ojo?, y en los últimos doscientos, cada vez que le cascaban demostraba tal contento, que pasmó en el Zacatín à infinitos que le vieron. Cam. Para él era un fandango· el salir á estos paseos; otros lloran, moquetean,
diciendo mal del verdugo y también del pregonero, pero el tio, en estos lances caminaba siempre tieso, y no he visto quien le imite, era aquello mucho cuento; I y en el arte liberal? fué un grandísimo maestro: pues ¿en esto de beber ? ¡qué diremos! ¡qué diremos! ¿nó llevaba de ordinario un lobazo como un templo ? Mat. Empinaba grandemente y yo, era testigo de ello. Cam. Ay amigo ¿dónde habrá otro tal como mi abuelo? Mat. Consuélese V. querido, si ya no tiene remedio. Cam. Con la muerte de ese hombre no puedo yo hallar consuelo, el corazón se me parte cada vez que considero aquellas benditas manos que parecían un viento, para limpiar faldriqueras y robar un pollinejo! no se liberto ninguno de sus cinco mandamientos; y en pillando uno debajo, volaverum , volaverum. Mat. De esas cosas es preciso que allá tenga el justo premio, y creo lo habrá encontrado; y ¿se ha hecho ya el entierro? Cam. No señor, pues se hará esta noche de secreto entre las doee y la una. Mat. A esas horas los templos suelen estar ya cerrados.