<4>

Ella es Ja cochina, pues los mocos echa, ilo es mucho, pues es su misma cosecha. S. Eso tú, picara nuera, madre de la suciedad, pues juzgo si se perdiese se hallára en tu delantal; y siempre vas llena de untos y aceites, y de nacarillo, Gon otros afeites: de aqui á cuatro dias serás estropajo de las que no sirven de escalera abajo. N. ¿Qué dice, vieja borracha, sabe con quién está hablando? con la muger de su hijo, y váyase reportando: aguarde este plato en esa cabeza, no se le encaje con mucha presteza: á fé que si cojo el mango de la escoba, se lo romperé en esa corcoba. S. ¡Ah picara relamida! ¿de aquesta suerte has de hablar à Ja honrada de tu suegra? lo tengo de castigar: aqueste almirez será tu castigo, para que no hables otra vez conmigo: vete al demonio, vil desvergonzada,

sírvate de enmienda esta bofetada. Y empiezan á bofetones, la suegra veneno echando, y con cuatro torniscones la cara la ha ensangrentado. Y á su vez la nuera la dá de cocotones contra las paredes, también mojicones; y asi enfurecidas se tiran las greñas, y van por la casa que es placer el verlas. Con esto vino el marido, y vé herida á su muger, y á su madre ensangrentada; un palo cogió también y empieza furioso bien á sacudirlas, hasta que el palo rompió en sus costillas; y de aporreada la muger se cae, y con todo la suegra aun dale que dale. Doncellas, no os caséis con mozo que tenga madre, porque las suegras y nueras es muy dificil que cuadren, que basta una suegra para daros muerte con su condición y natural fuerte. Mirad que las coplas que aquí se han cantado, al pie de la letra todo está pasando.

FIN. MADRID: 1847. Impmätade D. J. M. Mares. Corredera de S. Pablo , n«m.27.