<3>

<an. Pyej alárgate á la plaga У tráete un par de pliegos. ¿' ris P Y si oo tengo una bianca. “j"*· ¿No te di yo veinte reales? ^fisp. Ero hay mas de dos semanas, У hemos estado comiendo, ¿quería V. que duraran? bar ¡. Este es un gran despilfarro, У se acortará la tara, wisp Sino, cerrando el gaznate ^ no hay mas modo de acortarla, j Dineros y mas dineros! ahora es menester que hayu, que tal fuera que no hubiera У sin escribir quedara. (Por fin hubo una moneda.) £ ris P· Alabada sea Santa Ana. bau. Pronto, un pliego de papel. Gr ñp Si es una raeneda mala, У no pasara. San, Pasado te veas tú como una pasa ; ven, que ya no es menester, ya hay aquí papel so mauia. {Escribe.) {aparte.) Volsillo mas preveuido que el de mi amo, no se balia: tempre con malss monedas, non botones y medallas, clavos viejos, sobte-escritos, У cáscaras de castañas; pero ya, ti no me engaño, creo de escribir acaba; vamos à ver lo que ordena, siempre será alguna trampa, b (lee.) Sr. don Fernando de Peralta, Un estrecho lance en que me veo, sin arbitrio de poder desempeñarle como n °ble, por hallarme en esta triste ciudad, me ha precisado valerme de V.,· que como caballero y paisano se sir¬ va mandarme geo rs, q?te en cnanto venga la libranza que por instantes aguardo, sarán pagados. B L. M. l |e V , su amigo. Sancho. η Ψ· ¿Está breve y compendiosa , y »o pondrá repugnancia ? an - Al instante lo dará , ** madiileño, que basta. *ORte p¡esto c! peluquín,

y vete à la posada del Sol. y preguntarás por don Fernando de Peralta , entrégale ese papel, toma el dinero y marcha, y de camino te traes aquello que haga mas falta. Cri -р Lo mas preciso. San. Cabal, cuenta con !o que ss habla, no me sueltes algún dicho de bodegón ò chanfaina. Grisp Si pregunta qué comemos, diré que panza de vaca. {Al irse San. ] Qué tierras tan miserables! si alia en Madrid eseucháraa esos términos, morcilla, bodegón, menudo, pansa, ¡quá vergüenza! aunque también sus terminachos se gastan; pero qué entiende ese bruto, to que interesa es que traiga los qtiioce duros, saldremos con honor de esta estruehada, que para otra vez, Dios sabe si yo estaré ya en Italia. ¡Ay Madrid ! quien estuviera en medio deaquelbs plazas, aquel Prado tan hermoso, cquellas callea tan anchas, aquellas gentes tan nobles y tan desinteresadas. Algún ángel me acordó que don Fernando aquí estaba, para pedirle dinero, pues 1? gente de Granada un real no dará ninguno, annque los asaetáran ; pero ya mi Crispin viene en menos de lo que canta un pollo; le dió el dinero, ' si es madrileño, que basta. {Entra Crispin con mala cara. Crisp. A ntes del dia del juicio supe aquello que ignoraba. San. Me alegro que sepas tú qne mis paisanos no gastan retrecherías con nadie: ¿don Fernando cómo se halla ?