(Núm. C.)

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EN TROVOS MODERNOS Y DIVERTIDOS.

A Dios, madre de mi vida , tronco de todas mis ramas, ya se va el hijo querido nacido de tus entrañas.

Ya me despido, señora, madre de mi corazón, écheme la bendición que ya es llegada la hora; tan solo mi pecho llora la ausencia de mi partida; é Dios hermana querida, no llores ni pases penas que voy á tierras agenas, á Dios , madre de mi vida. Hermano, por Dios te pido consueles á nuestra madre, quedas en lugar de padre, le darás gusto cumplido, mientras yo tan afligido me veo en tan triste calma; a Dios, hermano del alma repite mi triste voz; madre, encomiéndeme a Dios, tronco de todas mis ramas.

Siento salir de mi pueblo, pero el dejarle es forzoso, ya se acabó mi reposo y á padecer desde luego, así, señores les ruego á todo el que haya ofendido, mil veces perdón le pido al verme en tanta aflicción* madre de mi corazón, ya se vá el hijo querido. Por último me despido de hermanos, primos, parientes, de amigos y demás gentes, y de un amante querido, á Dios digo enternecido, que voy a tierras estrañas, . á padecer en campañas, mas no por eso me aflijo: madre, no «lvideis al hijo nacido de tus entrañas.