<1>
Num. 264.
LOS SIETE JUDIOS DE ROMA
PRIMERA PARTE.
A Vos Reyna de los Cielos, Madre de Dios Soberano, suplico me deis a lento para referir despacio el caso mas horroroso, el suceso mas tirano, que ha inventado la beregi* y el judaismo malvado, y porque venga á noticia de todo el género humano pilo vuestro Patrocinio, pues de él siendo ay «dado wdré muy bien esplicar os grandiosos milagros, У las muchas maravillas de Cri sto Crucificado, Bey de los Cielos y tierra, hijo de Dios Soberano, 4 U? en la Gloria Celestial ś la diestra está sentado su Padre , para dar ei premio al bueno, y al malo; У asi para proseguir '
la atención es la que encargo. En la gran Córte de Roma i donde está el Padre Santo, por todo el mundo nombrada, en este año pasado día de la Encarnación, que es veinte y cinco de Marzo por providencia Divina del Verbo Di os E«carnaio se descubrió en este día lo que fue oculto dos años, porque no hay cosa secret* de las estrellas abajo. En esta Corte vivían siete ho ubres afamados, que la gente los tenia por nob es , y por hidalgos, los principales de Roma asistían a su Pa'acio ü hacerles muchas vi utas con muy solemne aparato; est* s «un de una fami ia vino alli ha pocos años y,,· ■
* ^'» c*· j