<3>

>зе bs fűé precisamente Presentarles la batalla: Vis horas duró el combate* fe municiones se acaban, desesperado D. Pedro If arrojó à la Capitana, %ando à diestro y siniestro %beses y cuchilladas: ilüince Turcostiene muertos

Ijm. su cortadora espada. # й * riendo el General Zelin, roe la Nave governaba, pe un Cristiano la alborota, siandó que se retiraran; rpelto para el Español, ha dicho aquestas palabras: inde Cristiano, el acero, lipes no tienes quien te valga, ¿uè te juro por Mahoma ¿s tenerte siempre en casa. Riendo el generoso joven, jipe mal herido se hallaba, ppeno parece un Cristiano ]:;; ue le guarde las espaldas, J dice: Gallardo Moro, \pucho vences con la espada,

ijjero mas es con la lengua, ue has cautivado mi alma,

ya me denos à tus pies, lo que tu quisieres manda. Cariñoso lo abrazó, y à su lado lo sentaba: prenden doscientos Cristia- qué lastimosa desgracia! (nos, Y ufanos c©n esta presa à Constantinopla marchan el dia doce de Enero de este año, en que se hallan mil setecientos cinquenta y nueve que se adelanta, desembarcarorrgozosos en sus arenosas playas, y à los Cristianos vendieron en una publica plaza. A D. Pedro se llevó , el General à su casa, donde fué bien recibido, y su lengua le enseñaban: lo hizo su Mayordomo, tan buenas cuentas le daba, que los Cristianos del Turco de suerte lo respetaban, que hasta que les dá licencia à ninguno despachaban. Tiene este Turco una hija, que le llaman Lindaraja, her*.

N