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Şae rebólcada en su sangre, entre desmayos funestos, una infeliz hermosura era de mi vida objeto. Compasivo la recojo entre mis brazos, leyendo en su rostro de la muerte el infalible decreto. У exárninando de donde procedia aquel sangriento copioso raudal, me informo era de su boca, puesto, que la lengua le faltaba, conque aplicándole presto un lienzo blanco, bien pude restañar la sangre, y luego limpiándole el rostro, vide ( aqui me válganlos Cielos!·) i que era mi hermana Lucrecia i la causa de mis extremos. i Lo que después de advertido hice, omito, porque entiendo es hyperbole excusado i el ponderarlo, sabiendo, i que al mas estraño este golpe к causará sentimiento. Reconocióme, mi hermana, i la qual con sollozos tiernos, con lagrimas y suspiros, me abrazó con tal afecto de sentimiento y dolor, que desmayado el aliento ¡! de mi pecho, quedé como estatua sin movimiento, j Llévala, en fin, à su casa, con gran recato y silenció. í disponiéndole advertido, í e l mas urgente remedio, i Hízómé señas la diese I recado, donde el suceso I P or merito ms expresase!
y habiendo' acabado presto la relación lastimosa, decía de ella el contexto: Sabe, hermano demi vida, que Ricardo con pretexto de celebrar de Lisarda su esposa, los años tiernos, convidó à mí anciano padre con fingidos rendimientos, para su Quinta, y que à ma me llevase, disponiendo entonces, mas bien que nunca, exquisitos los festejos. Dióle mi padre este gustos y un dia con falso intento me dixo: Que si queria ver despeñarse de un cerro un arroyo cristalino, me llevaría en un bello bruto Andaluz que tenia, y yo sin algún recelo, admití gustosamente el ponderado recreo. Salimos bien de mañntia, andando sin detenernos la mayor parte del dsa, ba ta llegar a este puesto. Y preguntándole à donde estaba el tal arroyuelo, me dixo: Lucrecia hermosa, ha muchos años que tengo trazado en mi pecho amante este engaño pre supuesto. Sabe, que vivo abrasado de tus ojos al incendio, y te he sido esclava firme. Desde el instante primero que te vi, gustosamente te di del alma el imperio, y si admití por esposa b ti sarda j e? por si puedo
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